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septiembre 10, 2020 by comms

¿Escuchas a tu organización?

“La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha”, dijo Michel de Montaigne. La pandemia obliga a los directivos a estar muy presentes en el día a día de la compañía y a escuchar lo que sucede. Una época de incertidumbre, plagada de noticias poco alentadoras, en la que los equipos trabajan en remoto favorece que la cultura corporativa (si esta existía) se diluya rápidamente en los procesos. Y por eso, es más necesario que nunca tomar el pulso de la organización, entender qué mueve a los equipos, conocer sus dudas y sus miedos, escuchar sus necesidades. La comunicación interna.

Hace unos años, hablando con un directivo de RR.HH. del sector bancario reconocía cierta envidia hacia los departamentos de marketing de las compañías. Ellos tienen definido el tipo de consumidor, saben qué mira en el lineal, la frecuencia de compra… Desde recursos humanos deberíamos tener este conocimiento de nuestros colaboradores” explicaba. “Somos un departamento de marketing interno”.

Y esta necesidad de escuchar, de comprender se ha disparado con la pandemia. Así que, ¿qué hacemos? ¿Hay que trabajar para mantener la cultura de la organización o nos volcamos en soluciones a corto plazo para salir de esta? ¿Cómo podemos ser flexibles sin perder nuestra esencia? Y lo más importante: ¿cómo sobrevivir si la facturación desciende?

1 En primer lugar, escucha a tus equipos

La pandemia nos impacta de forma muy desigual. Hay trabajadores muy afectados por la incertidumbre. Algunos habrán incluso sufrido el dolor de la crisis sanitaria en primera persona. Otros, serán más escépticos y considerarán excesiva la alarma creada o llegarán a atribuirla a un oscuro complot planetario.

¿Sabes lo que piensan tus equipos? Hay que diseñar un mecanismo de escucha continuada de los equipos para sondear el estado anímico de la organización. Por ejemplo: encuestas para determinar el nivel de miedo, calls grupales en las que se reserven unos minutos para conocer el estado emocional, llamadas one-to-one en las que el responsable directo pueda hablar de forma informal con sus compañeros.

¿Conoces las emociones de tus equipos?

2 Haz que la cultura de tu organización cobre vida.

Cualquier decisión que se tome a corto plazo debe entenderse dentro de la esencia de la compañía. Si nos limitamos a dar volantazos para esquivar obstáculos, es muy probable que perdamos el equipo por el camino y acabemos en la cuneta.

Por tanto, cuida la comunicación interna y visibiliza siempre la cultura corporativa. Y trabaja por que en esta cultura se enmarque cualquier decisión que haya que tomar para afrontar la situación actual: reducciones de salarios, ERTEs, salidas del equipo directivo, ventas o desinversiones…

Recuerda que una máxima de la cultura en las organizaciones es la visibilidad: tiene que estar presente en la mayor parte de acciones de la compañía, y en un mundo remoto, más aún. Comunica, comunica y comunica.

3 Transparencia en las decisiones

Los equipos entenderán mucho mejor las decisiones explicadas de forma transparente. Al explicar, hay que tener muy en cuenta las certezas: lo que sabemos que sucederá o no; así como las incertidumbres, que habrá que limitar al máximo. Las organizaciones opacas, sin una cultura sólida, en las que el equipo directivo no asuma el liderazgo que se espera, y no se comuniquen las decisiones como esperan los equipos, pueden tener dificultades para continuar.

4 Comunicación más humana

En ocasiones la comunicación interna ha pecado de ser excesivamente informativa y unidireccional. El flujo de comunicación va de dirección a colaboradores, y se facilitan informaciones de contenido técnico: horarios, protocolos, prevención de riesgos, cumplimiento… Hay que conectar emocionalmente con los equipos. Es el momento de una comunicación más emotiva; crea espacios y momentos que lo faciliten.

Necesitamos una comunicación más emocional

5 Sube al CEO al escenario

En estos momentos deben ser el CEO y el equipo directivo quienes salgan a primera línea a dar las explicaciones oportunas, para generar el máximo de empatía y de credibilidad por los planes de futuro. La sensación de liderazgo debe estar presente en todo momento. En este punto, conviene adaptar la narrativa de la compañía a situación COVID, pero de esto ya hablaremos en otro post.

6 Trabaja por mantener la reputación de tu organización

En momentos difíciles, en los que hay ERTEs y salidas de trabajadores, hay que tener en cuenta que la reputación de nuestra compañía depende de todos aquellos con los que nos relacionamos: incluyendo excompañeros. Todos conocemos la triste imagen del responsable de seguridad que te da 10 minutos para que recojas en una caja de cartón tus pertenencias y salgas de la empresa sin despedirte de tus compañeros.

El recuerdo que mantengan de nosotros las personas que pierden su empleo es importante. Pon en marcha protocolos de salida para limitar lo difícil del trance, empatizando con cada persona y prestando el apoyo que puedas ofrecer como organización.

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